LA DIFICIL TAREA DE SER HERMANO MAYOR.

Estos días cuando veo a mi niña peleando interminablemente con mi niño el mediano, no puedo evitar viajar en el tiempo y pensar en mi hermano mayor. Pero mejor y empecemos por el principio. Yo llegué a la vida de mi hermano mayor cuando el apenas empezaba a caminar, el pobre tenía 16 meses y sin comerlo ni beberlo se vio destronado por una pepona que para más inri no paraba de llorar de día y de noche. A partir de ese momento empezó mi historia con el que fue mi primer compañero, porque eso es lo que mi hermano ha significado para mi, en mi infancia. El ha sido mi compañero de juegos, mi mayor defensor tanto en el cole , como en el patio , (Allá iba el, cuan Robin Hod a defender a su hermana en apuros), he de reconocer que no le puse demasiado fácil la tarea de ser hermano mayor, porque la verdad es que yo era un poco torpona. Que había una montaña que subir pues yo la subía ,eso si tres horas después que el resto de mis amiguitos, pero nunca jamás me vi sola subiendo una montaña o yendo en bicicleta, porque siempre estaba allí mi pobre hermano, esperándome y vigilando para que no me ocurriera nada malo. Además de juegos también hemos compartido infinidad de broncas con mis padres (Ellos jugaban en la liga de los adultos, en la que yo juego ahora) , recordar aquellas siestas y la zapatilla verde siempre me causa una sonrisa,(En aquel momento me causaba otra cosa) pero como se suele decir los problemas en compañía siempre se llevan mejor.También ha sido mi cómplice de trastadas, lo que pasa entre hermanos se queda entre hermanos . Mis padres se veían en serias dificultades cada vez que algo se rompía e intentaban averiguar quien había sido. A día de hoy aún queda algún que otro misterio sin resolver. En la adolescencia el fue el espejo en el que yo me mire, y como no también tuvo que defenderme de algún que otro novio insolente. El día que se caso, ese día fue un poco difícil para mi , ya que ,aunque actualmente mantengo una excelente relación con él , yo era consciente de que en cierto modo mi compañero de infancia se iba y nuestra relación de cómplice cambiaría . Pero aún así hay algo que jamás ha cambiado y es el convencimiento de que si me pasa algo o estoy en un apuro, allí va a estar mi hermano donde siempre ha estado cuidándome y velando porque nada malo me pase ni a mi ni a mis pequeños. Bueno pues es hora de acabar a los que seaís hermanos mayores muchas gracias por vuestra paciencia y dedicacion con los hermanos pequeños, a los que somos hermanos pequeños, creo que hemos sido afortunados y a los que no tengáis hermanos, seguro que alguien en vuestra vida a ocupado ese espacio. Mañana más y mejor

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