EL CIRCULO VICIOSO DE LA DEPRESIÓN.

Caer en un proceso depresivo es como caer, en una penumbra casi permanente. El cuerpo se convierte en una carcasa vacía , que actúa por impulsos o por obligación. Una luz roja en nuestro cerebro se enciende, y nos avisa de que algo por aquí dentro no va bien, sabemos que tenemos que salir pero a menudo no encontramos el camino y acabamos sucumbiendo a la penumbra.

Un día te despiertas y eres consciente del pozo en el que has caído no sabes como ni porqué, pero el caso es que ahí estás y solo de ti depende el salir. Lloras, lloras y lloras pero con el llorar no viene la solución tan solo un desahogo momentáneo.

La química hoy en día nos ofrece una amplia gama de productos antidepresivos y ansioliticos que pueden servirnos de cuerda para utilizarla en la salida. Pero como en todo, los milagros no existen si uno no pone de su parte. No existen dietas milagro para adelgazar, existen productos, que te pueden ayudar a conseguir el fin si es que de verdad lo quieres pero el principal milagro debes ser tú y una actitud positiva. 

En el caso de la depresión es exactamente lo mismo tanto antidepresivos como ansioliticos pueden ayudarte a salir del paso pero por si mismos no conseguirán apartar la penumbra en la que nos sumimos. Ni eso ni el deseo de salir por tus seres queridos, tus seres queridos son importantes para la recuperación pero el principal motivo para querer salir de ese estado debe ser uno mismo no salir por los demás , salir por tí y por que tu lo vales como dice el famoso anuncio.

Un día te despiertas y decides que ya no más, no más pensamientos negativos y no más oscuridad. Te paras a ver nuevamente lo que tienes a tu alrededor y decides verlo bajo otro prisma. Te preguntas ¿Por qué vivir en penumbras si en mi mano esta el abrir una ventana y dejar entrar la luz del sol? ¿Por qué empeñarme en estar triste, y no empeñarme en sonreír? ¿Por qué el no puedo va a ganarle la partida al , Si lo conseguiré? Mejor aún ¿Por qué no eliminar de mi vocabulario la expresión NO PUEDO? .

Y así al despertarme todos los días veo dos puertas ante mí  a un lado tengo la de siempre con palabras como; Estrés, Ansiedad, Monotonía, Frustración y Tristeza, y al otro tengo la otra puerta con palabras como; Fé en uno mismo, Seguridad, Agradecimiento, Alegría y color sobre todo mucho color. Viendo este planteamiento es muy fácil decantarse por la puerta adecuada, tan fácil como escoger la que te haga sentir bien.

Aún así es difícil escoger siempre la puerta correcta, como todo proceso lleva su tiempo y es cuestión de acostumbrar a la mente a elegir o mejor aún a optar por VIVIR pero VIVIR con todo lo que la vida, nos ofrece, y a sacar el máximo partido a cada experiencia. A aprender que de hechos negativos podemos extraer enseñanzas positivas y que nuestro camino ya es demasiado empinado para, estar poniendo mas piedras sobre él.

Continuará..................................